El pase en contraataque

Son muchos los entrenadores a los que hemos escuchado hablar que su filosofía de juego consiste en "defender y correr", "generar contraataques" pero por extraño que parezca, un concepto tan manido esconde una cantidad tremenda de dificultades técnicas. Entre ellas cabe destacar aquellos relacionados con el pase, debido a que los equipos que quieren correr han de tener presente que "el balón va más rápido que el jugador".

En esta entrada vamos a tratar aquellos pases que buscan poner el balón en campo ofensivo en los 2 ó 3 primeros segundos de posesión, y que son ejecutados por el reboteador o por el receptor del primer pase de contraataque, generalmente el base.

Generalmente la trayectoria de pase es parabólica y su objetivo anda más cercano al término futbolístico "pase al hueco" que a la "mano blanco" usado en baloncesto debido a la velocidad con que transcurre la acción y el movimiento del receptor. La excepción que confirma la regla sería los pases que se realicen en contraataques llevados por una de las "calles laterales" que son rectilíneos y buscan la mano que muestra el receptor.

En cuanto a la ejecución técnica, encontramos principalmente 3 variantes:

1) De pecho. Es un pase que se entrena en gran cantidad y que tiene muchos detractores debido a su escaso uso en el juego, aquí hay una aplicación aunque su trayectoria recordamos ha de ser parabólica y al tratarse de una distancia larga podemos mejorar la fuerza aplicada ayudándonos de las piernas dando un paso hacia delante al soltar el balón.

2) A una mano. Este pase es muy similar al anterior, sin embargo el gesto técnico final de pase es donde se diferencia ya que en lugar de soltarlo con las dos manos usamos una mano para empujar el balón y la otra como guía para evitar que se desvíe de su trayectoria.

3) De béisbol. También se ejecuta con una mano pero a diferencia del anterior, la mano que impulsa el balón inicia el gesto agarrándolo desde debajo.




Por último, debemos habla sobre un aspecto que se encuentra ligado, para desgracia de los entrenadores, al contraataque, las pérdidas de balón. Tan común es escuchar a un entrenador que su equipo trata de correr, como verlo completamente enojado porque su equipo ha tenido una pérdida al intentarlo.
Sin duda, las circunstancias del juego son muy variopintas y no se ha de justificar cada pérdida, pero sí se ha de comprender que aunque la ejecución técnica sea buena y la lectura táctica la adecuada, se pueden llegar a tener pérdidas por la velocidad de la acción ó una reacción del rival.

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